27/09/15
Pues hemos
empezado bien la nueva vida...volviendo hacia Barcelona o por lo menos es lo
que he estaba intentando el vuelo está retrasado 2 horas. Justamente hoy,
Giorgio no me ha acompañado así que estoy más sola que una una.
Para darle más
juego. Las cabinas de TODO el aeropuerto de Milán no funcionan y ryanair no me
deja llamar...aunque le haya dicho que ni por humanidad deberían dejar. Ya que
hay mi padre (pobrecito) me estaba esperando en el aeropuerto. La verdad que me
he sentido muy triste al estar incomunicada...un sentimiento de soledad, aunque
sabiendo que tienes miles de persones a tu alrededor con teléfonos, pero no son
el tuyo, y por no vulnerar su intimidad o por vergüenza de preguntar y que te
respondan que No, pues no pregunté a Nadie.
Pero por
fortuna una chicas italianas, al intentar ayudarme con las cabinas, modo
años90, y ver que era imposible y que estaba un poco upset, me han dejado llamar a a un número italiano,
Giorgio! Habemus comunicación!! Pero el retraso seguía siendo el mismo.
Pero bueno
seguimos aquí…era mi filosofía del momento:
- No puedes hacer nada porque el avión va a llegar cuando tenga que llegar.
- No funciona internet en el móvil, pero por qué no pruebas en la Tablet?¿
- Internet en la Tablet funciona pero solo el uso del Gmail…
- Cuando consigo mandar algunos emails las chicas me piden un favor a mí,
- ¿Entonces el karma existe?
Las chicas tenían
que llamar al apartamento ya que íbamos a llegar con bastante retraso, pero el teléfono
que querían llamar, (vaya el que tenían en la reserva) no existía. Entonces,
tuve que ayudarlas en un proceso, que sinceramente me sorprendió de lo bien que
lo gestionaron, los BNB.
En resumen,
llegada a Barcelona a la 1.30am, llegada a casa 2 y poco, dormir fatal dando
vueltas, por culpa de varias opciones, mi gato (Botes), recuerdos de la película
Insidius y/o echar de menos a mi
italiano.
En resumen,
llegada a Barcelona a la 1.30am, llegada a casa 2 y poco, dormir fatal dando
vueltas, por culpa de varias opciones, mi gato (Botes), recuerdos de la película
Insidius y/o echar de menos a mi
italiano.